Impacto Del Día Sin IVA

Gisela Turriago Acosta

Docente líder de internacionalización del programa de Contaduría Publica

Introducción

En enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la alerta sanitaria internacional y posteriormente pandemia por la proliferación del COVID-19, lo cual hizo que los gobiernos de todo el planeta implementaran medidas sanitarias para contener la pandemia, entre ellas la cuarentena (Villegas-Chiroque ,2020).

La parálisis laboral derivada del aislamiento obligatorio, que ha afectado la economía de las personas de clases baja y media, representada en este mundo desigual en cerca del 90% de la población mundial (Altmanm, 2015), pues no pueden con su trabajo ganarse el pan diario, tanto en países desarrollados como en vía de desarrollo, lo cual ha derivado en una peor recesión economía mundial desde la gran depresión de la década de 1930 (Frías, 2020), pues a ello se suma la enorme destinación de recursos públicos que los Estados han realizado para atender la pandemia en cada uno de sus países.

Una de las medidas utilizadas por el gobierno nacional para la reactivación económica, sin superar la pandemia, fue decretar en el año 2020 tres días en los que no se cobraría el IVA a un grupo de productos específicos (Decreto 193 del 2020), sin embargo, implicó un riesgo de salud pública que fue criticado (Macias, Marín y Pinilla, 2021). 

El presente artículo de revisión aborda el tema del impacto de la estrategia del día sin IVA, especialmente desde lo económico, no sólo para la comunidad sino para las arcas estatales.


Desarrollo

La pandemia a afectado no solo la salud de la humanidad sino las diferentes variables económicas a nivel mundial, lo cual ratifica Quintero (2020) al señalar los efectos negativos en una gran cantidad de empresas, empleados y empleadores. Es más, de acuerdo al Banco de la República (2021), el aumento del desempleo lo ha catalogado como un “deterioro sin precedentes” (p. 27) gracias a la contracción anual en materia de empleos registrada a nivel nacional para el año 2020, pues se redujo en un 24.6%, lo que implicó un despido de 5.3 millones de puestos laborales, lo que se traduce en perder casi una cuarta parte de los empleos que existían antes de crisis (Mora, 2021), así como la pérdida de tejido empresarial por el cierre de muchas empresas, especialmente micros y pequeñas, pese a las ayudas financieras ofrecidas por el gobierno colombiano, a través de créditos y subsidios (Banco de la República, 2021).

De acuerdo a Quintero (2020) los sectores económicos que se han visto mayormente afectados por la pandemia del COVID-19, son los compuestos por las micro, pequeñas y medianas empresas representadas por personas naturales generalmente, los cuales conforman un importante porcentaje en la economía colombiana; esto con consecuencia del cierre operativo de sus actividades decretado por el gobierno colombiano y las medidas de sanidad pública en el país. Debido a esto se generan efectos a corto, mediano y largo plazo que las empresas deberán afrontar, tales como cierre temporal, la disminución de sus ingresos, cese de la producción, lo cual hace que el flujo del efectivo disponible disminuido afecte directamente con las obligaciones tributarias presentadas en la DIAN.

Otras consecuencias son problemas en las cadenas de distribución, la falta de liquidez y disminución en las ventas, las cuales son muy preocupantes para los empresarios según Blu Radio (2020), en donde además hacen saber su preocupación ante la crisis generada por la pandemia, indicando que al transcurrir el tiempo las deudas acrecientan, lo que les impide a los empresarios ser cumplidos en el pago de sus compromisos laborales y tributarios; llevándolos a pasar por alto obligaciones y disminuyendo puestos de trabajo.

Con el “fin de reactivar la economía y estimular el consumo”3, se decretó la exención especial del impuesto sobre las ventas -IVA- durante tres días del año 2020 (19 de junio, 3 y 19 de julio, aunque la última jornada se aplazó y se hizo el día 21 de noviembre de 2020) sobre una serie de bienes dentro de las siguientes categorías: vestuario, calzado, complementos de vestuario (maletines, paraguas, gafas, etc.), electrodomésticos, computadores, equipos de comunicaciones, elementos deportivos, juguetes y juegos, útiles escolares, bienes e insumos para el sector agropecuario. Aunque el no cobro del IVA, en principio, no recayó sobre todos los bienes en esas categorías, dado que estaba limitado a que su precio de venta por unidad fuese igual o inferior a un límite determinado en unidades de valor tributario (UVT).

De acuerdo a la vicepresidenta de Colombia, Martha Lucía Ramírez (2020, citada en Macías, Marín y Pinilla, 2021), en la primera jornada sin IVA los colombiano no dejaron pasar la oportunidad de comprar un teléfono, televisor o computador último modelo, por lo que ese día se reportaron ventas por encima de los 5.3 billones de pesos. 

Hasta se reportó el aumento del 20% en la compra de dispositivos tecnológicos a través de medios virtuales. Además, las siete categorías que están exentas del gravamen por 24 horas, en su primera jornada, tuvieron un incremento entre 35% y 70% frente a un día normal en pandemia (Pereira y Torres, 2020).

Es de anotar que Caicedo-García, Hernández-Ortega y Martínez-Cortés (2021) en su análisis económico sobre alivios de precios en la pandemia del Covid-19, específicamente sobre la inflación, encontraron que el impacto contable total del día sin IVA haría caer en 84 puntos básicos el nivel del IPC total, esto bajo el supuesto de una sola toma de precios al mes. Ahora bien, si suponemos que la recolección de precios se realiza durante todos los (30) días del mes, el IPC total se contraería únicamente 3 puntos básicos. Dado que los bienes incluidos en esta medida son altamente demandados, asumimos que el DANE realiza un levantamiento frecuente de sus precios, por lo cual se espera que el impacto del día sin IVA sea bajo.

No obstante, la decisión de celebrar tres días de compras libre del IVA en medio de la pandemia, a pesar de los continuos consejos de la OMS, es sintomática del arraigo y la aplicación fundamentalista de la lógica del mercado (Pardo, 2020), pues como se pudo identificar 15 días después de cada uno de esos eventos los contagios por COVID-19 aumentaron en el territorio nacional, permitiendo inferir una presunta relación entre los días sin IVA y el acrecentamiento de los contagios (Idrovo, Manrique-Hernández & Nieves-Cuervo, 2020).

Además, los beneficios obtenidos se debieron ver reflejados en la población que cumpla con los diferentes requerimientos, sin embargo, no hay que desconocer que el índice de pobreza en Colombia, antes de la pandemia, era superior al promedio de los países de América Latina (Laverde-Rojas y Gómez-Ríos, 2015), índice que de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL] (2021) aumentó gracias a los efectos económicos de la COVID-19, quienes no disponen de los recursos para comprar artículos que le permitan sacar mayor provecho a la exención, por lo que dicha medida solo beneficia a los compradores que normalmente acuden a establecimientos que son responsables del IVA. Por tanto, aquellos que solo compran en establecimientos de los no responsables del IVA (por ejemplo, las personas que viven en barrios humildes o en pueblos pequeños y que solo acuden a las tiendas o mini mercados acogidos al régimen simple, o a las tiendas y mini mercados de personas naturales del régimen ordinario del impuesto de renta).


Conclusión

El impuesto al valor agregado es un impuesto indirecto fundamental para Colombia, debido a que recae sobre los costos de producción y ventas de las empresas, siendo devengado de los precios que paga el consumidor final por dichos productos (Rúgeles y Torres, 2020).

Sin duda el gobierno ha querido actuar en favor de la reactivación económica y con ello de las clases menos favorecidas, no obstante, las personas de estrato bajo se han visto mayormente perjudicadas por el aislamiento social que exigió la mitigación de la pandemia, es por ello que se estima que este colectivo social será el menos beneficiado.

Se acercan otros tres días donde se eximen del pago del IVA a variedad de artículos para continuar incentivando el crecimiento económico después del tercer pico de contagios en Colombia, aunque esta vez el escenario es distinto gracias a que existe un plan de vacunación bastante avanzado, pero el virus no se ha ido, es por ello que deberán seguir controlándose los aforos en los establecimientos públicos y/o exigirse el certificado de vacunación COVID, y en todos los casos exigir el uso de tapabocas, para evitar que el remedio salga más duro que la enfermedad.


Referencias 

Altmanm, J. (2015). Los desafíos del desarrollo ante las nuevas pobrezas. Temas, (84), 9-13.

Banco de la República (2021). Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República. Banco de la República.

Blu Radio (abril 8, 2020). El drama que viven los pequeños y medianos empresarios por cuenta del Covid-19. Bluradio.com. Recuperado en octubre de 2021, de https://www.bluradio.com/nacion/el-drama-que-viven-los-pequenos-y-medianos-empresarios-por-cuenta-del-covid-19-pcfo-247442-ie4370686 

Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL] (2021). El impacto social de la pandemia en América Latina. Claves de la CEPAL para el desarrollo: Panorama Social de América Latina 2020, (8), 1-4.

Frías, G. (abril 14, 2020). El FMI confirma que en 2020 viviremos la peor recesión económica en 90 años. CNN. Recuperado en octubre de 2021, de https://cnnespanol.cnn.com/2020/04/14/el-fmi-confirma-que-en-2020-viviremos-la-peor-recesion-economica-en-90-anos/ 

Idrovo, A. J., Manrique-Hernández, E. F. y Nieves-Cuervo, G. M. (2020). Crónica de una pandemia anunciada: caso Santander (Parte 1). Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud, 52(3), 225-238.

Laverde-Rojas, H. y Gómez-Ríos, J. J. (2015). Medición de la pobreza multidimensional en América Latina a través de modelos estructurales. Cooperativismo & Desarrollo, 23(106), 89-110. http://dx.doi.org/10.16925/co.v23i106.1130 

Macias, E. M., Marín, D. L. y Pinilla, L. F. (2021). Cambios en los hábitos de consumo a causa del COVID-19. Fenadeco, (11), 7-10.

Mora, J. J. (2021). Análisis del desempleo y la ocupación después de una política estricta de confinamiento por COVID-19 en Cali. Lecturas de Economía, (94); pp. 165-193. https://doi.org/10.17533/udea.le.n94a342002

Pardo, D. (junio 19, 2020). Cómo fue el día sin IVA en Colombia que sacó a la gente a la calle tras la peor jornada de la pandemia. BBC Mundo, sec. América Latina. Recuperado en octubre de 2021, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-53116816 .

Pereira, Y. L. y Torres, D. (2020). Impacto Tributario Del IVA Con La Ley 2010 del 2019. [Tesis de grado, Universidad Cooperativa de Colombia].

Rúgeles, A. D. y Torres, J. (2020). Análisis del impacto del COVID-19 en el impuesto al valor agregado en Colombia. [Tesis de grado, Universidad Cooperativa de Colombia].

Quintero, S. R. (07 de Mayo de 2020). La dificultad de las pymes por el coronavirus.  www.dinero.com. Recuperado en octubre de 2021, de https://www.dinero.com/empresas/articulo/la-dificil-situacion-de-las-mipymes-por-el-coronavirus/284722

Villegas-Chiroque, M. (2020). Pandemia de COVID-19: pelea o huye. Revista Experiencia en Medicina del Hospital Regional Lambayeque, 6 (1), 3-4.

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